Wednesday, August 09, 2006

Conchita Martínez homenajeada en USA

Hace pocos dias en el marco del torneo de San Diego, Conchita Martínez recibió un sentido homenaje por parte de los directores de dicho torneo; un reconocimiento que embargó de emoción a la tenista aragonesa quien reside gran parte del año en California, concretamente en Cardiff, en donde es considerada prácticamente como una jugadora local.

Las directoras del torneo de San Diego, Raquel Giscafre y Jane Stratton, no quisieron dejar pasar la oportunidad de reconocer la trayectoria de Conchita Martínez, quien es sin duda alguna una de las mejores tenistas de la era open, con estadísticas y logros impresionantes que le abrirán las puertas en un futuro no muy lejano, a la hora de ingresar en el Salón de la Fama del Tenis, para hacer compañía a otras luminarias de este deporte.

A Conchita amante de las motos, le tenían preparada una sorpresa y es que le regalaron una "scooter" pero eso no fué todo, la persona que conducía la "scooter" y que iba a ser la encargada de darle la sorpresa, era otra tenista, su ex entrenadora y amiga de muchos años, la tenista argentina Patricia Tarabini, quien por cierto ha retornado a la compentición de dobles, justamente en San Diego haciendo pareja con Caroline Vis.



Conchita visiblemente emocionada, tuvo algunas palabras de agradecimiento para todos los allí presentes, en especial para su colega Pato Tarabini a quien le dió las gracias por haber sido su entrenadora durante 5 años, ya que sin ella no hubiera sido lo mismo.



Es muy agradable ver lo querida y respetada que es Conchita Martínez en todo el mundo, tanto por periodistas deportivos como por sus colegas tenistas y fans. Desde luego que vamos a echar mucho de menos, la clase, el estilo y la forma de jugar al tenis de Conchita. Nos tendremos que conformar con verla en las labores de comentarista deportiva, que dicho sea de paso, lo hace bastante bien.

A propósito de esto, hemos encontrado una entrevista reciente, realizada a Conchita Martínez en el diario Mundo Deportivo, que dada la calidad de la misma, vamos a reproducir aquí.





Conchita Martínez: "Me encantaba mi estilo"



Me parece increíble que sea verdad que gané Wimbledon"

Lluís Carles Pérez

03/08/06 03:00 h.Tras el anuncio de su retirada en abril, Conchita Martínez, la campeona de 1994, no ha jugado este año en Wimbledon por primera vez tras 14 apariciones consecutivas, desde 1992. Aquel Grand Slam es la joya de la corona de un palmarés fantástico con 33 títulos individuales, 13 de dobles, el nº 2 mundial, cinco Copas Federación y tres medallas olímpicas en dobles.

En esta entrevista, la aragonesa, de 34 años, repasa varios aspectos de su carrera deportiva y personal desde la tranquilidad de una nueva vida.

¿Cuántas veces ha visto aquella final de Wimbledon-94 contra Martina Navratilova?

La tengo en casa y la he visto unas cuantas veces. Me gusta ver vídeos. A veces lo hacía antes de ir a jugar a Wimbledon.

¿Cuál es la primera imagen que le viene a la cabeza?

El último punto, cuando tiro la raqueta y alzo los brazos. A veces me parece increíble mirar atrás y ver que es verdad. He recibido muchos correos electrónicos diciéndome: '¡Ostras, has sido una de las grandes!' A veces no se pueden controlar las emociones, son demasiadas.

¿Cómo está digeriendo la retirada?

Bien. Después de la retirada te da un pequeño bajón de toda la tensión, pero he descansado y estoy tranquila.

¿Deja la puerta abierta al doble?

La dejo abierta por si me apeteciera si todo va bien, pero no sé si me va a apetecer y no lo tengo claro.

¿Es feliz?

Sí, estoy muy bien, muy tranquila, haciendo cosas que no podía con el tenis. A veces te quedas en casa sin hacer nada, sin salir, pero mi vida diaria será activa, a mí me gustará jugar a pádel, ir a correr, hacer cualquier cosa, no voy a ser sedentaria. Viviré entre Barcelona y San Diego.

¿Cuál es su primer recuerdo con una raqueta en la mano?

En Monzón, de pequeñita. Empecé a los 9 años, pero con raquetas de playa ya había jugado antes.

¿Cuántas veces ha llorado por el tenis?

¡Uff, muchas!

¿Más de alegría o de tristeza?

No sabría decir. A veces de pequeña también ganaba un partido y lloraba de emoción. También he llorado de rabia, pero más de pequeña. De mayor, quizás un poco de impotencia o por una lesión.

¿Se siente plenamente realizada con su carrera?

Sí. A veces dices: '¡Ostras, ojalá hubiese ganado esto o lo otro!', pero mirando atrás estoy muy contenta. Realmente, mi carrera ha estado muy bien.

¿Cuál es el principal reproche?

No me reprocho nada. Quizás con la experiencia vas aprendiendo cosas y a lo mejor hubieras hecho algo diferente, pero me quedo con las cosas bonitas.

¿Tiene alguna espina clavada?

No, aunque ojalá hubiese ganado alguna final más de Grand Slam. Pero ya está muy bien llegar a una final.

¿Con qué imagen de Conchita cree que se queda la afición?

No lo sé, supongo que debe haber gente para todo, pero espero que sea buena. Yo he intentado dar todo, he hecho mucho por el tenis español y espero que la gente lo reconozca. La gente me felicita por la calle.

¿A qué atribuye sus escasas victorias ante Graf, Seles o Hingis?

Eran las mejores en ese momento. Yo estaba entre las cinco primeras y llegué al nº 2, pero ellas estaban por encima mío. Son jugadoras excepcionales, pero también tuve partidos buenos contra ellas.

Arantxa le ganó 14 de 18 partidos

Arantxa fue una jugadora excepcional, consiguió muchas victorias, más Grand Slams y llegó a ser la nº 1.

¿Eso quiere decir que fue ella mejor?

Quizá, pero yo he estado también ahí ganando muchos títulos y me considero una buena jugadora.

¿Se ha sentido a la sombra de Arantxa?

¿A la sombra? Llegó un momento que sólo me preocupaba de mí e intentaba hacerlo lo mejor posible. Quizá llega un momento que a lo mejor te cansan un poco de la prensa porque era bastante que si Arantxa, la rivalidad, y al final dejé de leer la prensa y me concentré en jugar a tenis.

¿Qué le gustaría haber tenido de Arantxa?

Somos dos jugadoras tan diferentes que es difícil quedarte con alguna cosa. Ella fue completa, pero totalmente diferente a mí, de estilos completamente diferentes. Me quedo con el mío porque por eso jugaba así. Me encantaba mi estilo.

¿Cuántos Grand Slams habría conseguido una tenista con la clase de Conchita y el carácter de Arantxa?

Imposible decir qué habría pasado. No lo sé, no me atrevería a hacer ficción.

¿Cómo ve el futuro del tenis español sin Conchita ni Arantxa?

Ahora nos falta que salgan jugadoras jóvenes con hambre de ganar y de dedicarse a esto, que es muy duro. Si sale alguien, tiene que dedicarse y hacer sacrificios. Anabel Medina es la que destaca más, pero no hay que comparar porque lo nuestro no sé si volverá a pasar. Ojalá.

En algunos partidos pecó de cierta indolencia, de bajar los brazos antes de tiempo. ¿Cómo lo vivía internamente?

Es muy difícil entender lo que un jugador siente en ese momento. Como cualquier persona, a lo mejor te has levantado con dolor de espalda, de cabeza, te pueden pasar mil cosas, pero a nosotros nos ve la gente y si tienes un día malo ya eres perdedora, no tienes ganas o tiras el partido. Muchas veces uno no hace bien su trabajo, pero no se entera todo el mundo. Tenemos los mismos problemas que la gente normal y eso te afecta a veces. Hay que saber jugar con ese factor.

¿Qué partido no se perdona haber perdido?

Quizás la final de Roland Garros-2000 contra Mary Pierce, pero no es que tenga clavada una espina ni que no me perdone, sino que ella jugó mejor y hay que aceptarlo.

¿Cuántos Grand Slams cree que valía Conchita Martínez?

Pues uno porque es el único que he ganado. Si he perdido las otras finales es porque la otra jugadora se lo merecía más. Ojalá hubiese ganado más, no te creas que no me hubiese gustado, pero me quedo con mi carrera. Estoy contentísima.

Valore sus golpes y su fuerza física y mental

El drive es mi mejor golpe y con el revés tenía una variedad increíble y hubo momentos en los que jugué muy bien. Ojalá hubiera aprendido a subir más a la red y volear mejor, la fui cogiendo con los años y últimamente estaba voleando mejor que en toda mi carrera. El saque, a ratos. Tuve momentos de mala racha, un par de años que no lo hice bien. De fuerza física he ido mejorando, quizás si hubiese nacido en esta época le habría dado más importancia. Y en lo mental a lo mejor quizás hubiera faltado un poco, pero he trabajado en ello, he tenido psicólogo y lo he hecho lo mejor posible.

¿Qué golpe o virtud le ha impresionado más en una jugadora?

Sería difícil quedarte con uno, pero el físico y el drive de Steffi Graf siempre me gustaron. El drive era un poco raro de forma pero muy efectivo. Su físico era increíble. También la garra de Arantxa.

¿Qué le parece el tenis actual?

Echo de menos el toque y que haya gente que sea más creativa. Ahora queda poco de esto y se trata de ver quién le pega más fuerte y está mejor preparada. No digo que sea malo, es bueno, pero prefiero la variedad. El tenis ha cambiado mucho y ahora se juega mucho más rápido.

¿Se ve de entrenadora en el futuro?

Sí. No exigiría más de lo que me exigí yo misma.

“Hay tantas cosas que preocupan...”, responde Conchita Martínez cuando se le pregunta qué problemas le inquietan más. “El mundo lo veo bastante mal. Desde la guerra, el hambre, el SIDA, temas de África. Hay muchísimas cosas por las que preocuparse”, añade la ex tenista, feliz por el alto el fuego permanente de ETA. “Me pilló en Estados Unidos. Me mandaron un e-mail y luego también lo vi en las noticias. Lo recibí con mucha alegría. Ojalá sea permanente y se acabe todo. Para mí, la paz es superimportante y que tengamos un grupo de terroristas tan grande en un país que no es de los más grandes preocupa mucho”.

La aragonesa, sensible a los problemas del mundo, recibió una educación basada en “la humildad” de su familia de Monzón. “Mis padres ni se imaginaban que pudiera salir así ni ganar tantos torneos y dinero. A los 12 años tuve la oportunidad de venir a entrenar en Barcelona. A mi madre le costó mucho, pero me dejaron ir porque era mi ilusión. Mis padres son muy humildes, siempre me han dejado hacer, nunca han sido como otros padres que son un poco 'fiebres'”, asegura Martínez, agradecida por los “muchos sacrificios” que han hecho sus padres por ella.

“Para mi madre fue muy duro dejarme ir tan pequeña. Aunque parezca cerca, para una madre es muy duro dejar ir a una hija. A los 11 años mi padre me llevaba a Lleida cada fin de semana. Han hecho muchos viajes por mí”. ¿Y cuál ha sido su mayor sacrificio personal? “Todo lo que conlleva ser profesional. Desde no tener casi infancia y dejar a mi familia hasta vivir en hoteles, hacer maletas, entrenar superduro, viajes. Si no lo vives, no te lo imaginas”, contesta.

Aficionada a las motos

Las motos, más la parte recreativa que la deportiva, es una de sus aficiones. “Me gusta sentir el aire en la cara, la libertad, no sé. Tuve moto en Barcelona desde los 18 años. Poder llevar moto en la ciudad y pasar del tráfico era agradable. Voy poco en moto, es más un paseo largo, pero ahora tendré más tiempo porque jugando, como estás en un sitio y en otro, las baterías se gastaban”, bromea Conchita, interesada en otros deportes. “Me gusta el fútbol y ahora con el 'boom' de Fernando Alonso he visto alguna carrera de F-1. También me gusta el voley-playa, pero aquí se da poco", lamenta la campeona de Wimbledon-94.

fuente de la entrevista:
el mundo deportivo

fotos de San Diego mpcárdenas

Suerte Conchita y esperamos verte pronto jugando dobles !

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